ir a: www.pozoblanconews.blogspot.com. Las noticias y actualidad de POZOBLANCO Web Adelante Pozoblanco,de Emilio Guijo

24 junio 2006

24/06/06: Amanecer con el son de los cencerros

La tradición se repite cada 24 de junio en Pozoblanco para despertar a los ´Juanes´

M. LUNA CASTRO

Se repitió la tradición. Ayer, los Juanes se despertaron al son de cencerros, de todos los tamaños, tocados con gran alborozo por los más pequeñines de Pozoblanco. Alrededor de 30 niños, algunos de muy corta edad, protagonizaron la popular cencerrada del día de San Juan, una vieja costumbre que los responsables del Círculo de Bellas Artes se empeñan en que continúe viva. Y vaya si lo consiguen.
Los niños de antes se lanzaban a la calle cubiertos con todo tipo de cencerros y cascabeles colocados en el cuello, brazos y cintura recorriendo diferentes calles para despertar a San Juan.
Hoy día, se reúnen pasadas las nueve de la mañana en la plaza del Cerro, junto a la sede del círculo, y van a casa de los Juanes que previamente han pedido que se les despierte al son de los cencerros, en esta ocasión, alrededor de 20. Eso sí, Juanes , que no Juanas . Los organizadores no saben por qué, pero ninguna mujer se apunta a la tradición. "Quizás ha sido siempre cosa de hombres", señala la presidenta del círculo, María Ruiz.
La fiesta entre los pequeños es grande. En cada casa se les recibe con chucherías y refrescos y, al término del recorrido, que este año fue sobre las 12 del mediodía, los organizadores les entregaron regalos, además de obsequiarles con un refrigerio. Se premia el cencerro más grande y el mejor adornado. Ayer fueron varios los premiados, ya que se pudo ver un gran derroche de imaginación. Entre los participantes, había cencerros preciosos, pintados con sumo cuidado y adornados con pelucas y caretas. También los había forrados con tela y rematados con volantes y muñecos.

Tradición

Pozoblanco vive la fiesta de San Juan de este particular modo, pero al Santo se le ha festejado a lo largo de los años de diferentes maneras en toda la comarca. Una de las costumbres ya perdidas de jóvenes de otras épocas, según relata el cronista oficial de Pozoblanco, Manuel Moreno, era la de conocer el oficio y dedicación del futuro marido fundiendo pequeños trozos de estaño en un cazo de cinc que se colocaba en la candela.
El líquido obtenido se arrojaba lentamente en una vasija llena de agua. Al caer y entrar en contacto con ella, el estaño se solidificaba y formaba muchas figuras que delataban, según el significado que cada cual le atribuía, el oficio que tendrían los futuros esposos.